Patricia Hurtado 

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Cada día salen del país 200 personas rumbo a España y otros países del exterior, según datos proporcionados por migración a los medios de comunicación. Todos van  en busca de mejores oportunidades de vida  para ellos y sus familias.

Es el caso de una pareja de bolivianos: Gaby y Oswin que junto a su pequeña hija de 2 años, decidieron abandonar el país en busca de sus sueños.

 

Charlé con ellos antes de que se fueran, me contaron que desde el primer momento en que tomaron la decisión de marcharse, tuvieron que hacer mil cosas para reunir el dinero que necesitaban para su viaje. “Mi mamá nos ayudó con el dinero que necesitábamos mostrar en España, los pasajes los sacamos a crédito de una agencia de viaje…”, relató con pesar Gaby.

 Después de una pequeña pausa,  Gaby prosiguió: “Quedarse en el país significa tener que seguir mendigando el pan del día porque simplemente no tenemos empleo fijo y lo que reunimos por trabajos informales es muy poco y no cubre nuestros requerimientos”.Hace pocas semanas viajaron a España, primeramente lo hizo él para buscar trabajo y una vivienda, posteriormente viajó Gaby acompañada de Nair, su pequeña hija.

Vía telefónica me contacté hasta Madrid (España) para hablar con Gaby, comentó que ya tienen empleo, Oswin está trabajando de jardinero por lo que gana 25 Euros al día y ella trabaja en una panadería haciendo la limpieza, gana 200 Euros semanalmente.

 

“El trabajo es agotador, tengo que pasar cinco horas de pie, de diez de la mañana a tres de la tarde, el control es estricto nos vigilan con cámaras, no nos podemos sentar ni un minuto para descansar, si tenemos hambre durante el trabajo nos dan el pan duro que queda en la panadería, la soda la tenemos que comprar de la maquinita por un valor de 50 céntimos…” nos confesó Gaby, por el tono de su voz advertimos que estaba llorando, sus palabras eran entrecortadas.

 Luego de unos minutos, siguió relatando las penurias por la que están pasando. “La vida no es fácil, todas las costumbres son diferentes empezando por la comida. Ya no tenemos horario, comemos a la hora que podemos y donde podemos. La situación es realmente dura pero no nos queda otra, tenemos que sacrificarnos para salir adelante y algún día no muy lejano regresar con algo de dinero para emprender algún trabajo allá en nuestro país y de esa manera volver a estar junto a nuestras familias que tanto extrañamos…”. 

 

Similares a esta historia de vida hay otras miles que permanecen en el anonimato, hoy hemos querido hacer referencia a esta historia en particular para, de alguna manera, hacer conocer las dificultades por la que están pasando nuestros compatriotas bolivianos en el exterior, especialmente queremos llegar a aquellos que están preparándose para salir en busca de mejores horizontes.

 

En estos últimos días,  la vicepresidente de España estuvo de visita en nuestro país, en esa oportunidad  comunicó a los medios que muy pronto las autoridades españolas, por decisión de la Unión Europea (UE), empezarán a exigir visa a quienes quieran ingresar a ese país. Esta noticia ha caído como balde de agua fría a muchos bolivianos que hacen todo lo posible por emigrar antes de que la medida se ponga en ejecución, ya que para muchos sería imposible cumplir con ese requisito, esto literalmente cortaría las alas a sus “sueños de superación”.     

 Hoy se puede observar que el éxodo continúa, muchísimas personas hacen largas filas en las puertas de migración para tramitar un pasaporte y salir del país, se van por diversos motivos: desempleo, deudas, falta de oportunidades para sacar adelante a sus familias… se van en busca de sus sueños.